La publicidad en Internet y la perspectiva empresarial del nuevo siglo

En los últimos años hemos podido constatar antecedentes (ninguno tan eficiente y altamente productivo como este 2007) del rápido y motivador crecimiento, tanto de la inversión y capitalización de la publicidad en Internet, como del cambio irregular del concepto de empresa.
Si bien hace unas décadas, la publicidad dio un giro total, al introducirse la televisión al mercado global, hoy en dí­a Internet motiva un cambio más drástico, sobre todo por la versatilidad que tiene y, la enorme cantidad de plataformas (no rí­gidas) que ofrece para promocionar productos y servicios, así­ como el enfoque y dirección del mercado al que se dirige un anuncio…
Internet no es un juego señores. El empresario arcaico y superviviente del siglo XX, sin lugar a dudas (a claro que no es una caracterí­stica general) considera que las nuevas tecnologí­as y, concretamente Internet, es un juego. Una herramienta rí­gida y no viable para ofertar, promocionar o publicitar algún producto o servicio de la empresa. Este es el error que como seres humanos sustenta el aliento de la gloria de las futuras generaciones pero… ¿Por qué no adaptarse a los cambios y comprobar que Internet y su plataforma comercial es una joya poco explorada?
Primer punto: no es tan cara (dependiendo el soporte publicitario) como la televisión o la prensa impresa lo podrí­a ser…
Segundo punto: la dirección de una campaña publicitaria puede estar dirigida a un grupo determinado de personas, distinguidas por sexo, edad, gustos, poder adquisitivo, etc…, además de tener la opción de elegir un paí­s o ciudad preferencial para la publicidad…
Tercer punto: Las posibilidades para potenciar una marca, moda o utilización de algún producto, son ilimitadas, ya que gracias a distintos formatos publicitarios, es factible que incluso pueda resultarnos gratis el promocionar (casi viralmente) un servicio o producto… (ejemplo: Youtube, Metacafe, Blogs, etc…).

La visión empresarial de la actualidad se basa en factores resultantes. Es una perspectiva un tanto evolutiva. Hoy en dí­a no es menester tener una gran inversión económica para crear, potenciar y rentabilizar una empresa (hablo de las empresas en su mayorí­a dirigidas a ofrecer servicios en la Web), hace falta más que nada dos cosas: Innovación (ideas frescas y novedosas) y el equipo adecuado (tanto humano como tecnológico)… Fácilmente se puede montar una empresa virtual (incluso con personas que vivan a miles de kilómetros de distancia) si se tiene la convicción, la confianza y el entusiasmo necesario, y no es obligatorio dedicarle (en un comienzo) el 100% del tiempo, porque si se ha comenzado con poco dinero, es casi siempre un factor insuperable (al comienzo) que los integrantes tengan algún trabajo fijo u otro proyecto al cual dedicarle algo de tiempo…
Es cierto que hace unos años era impensable ser empresario comenzando de la nada (tenemos referencias de que incluso antes no era así­), y que las inversiones monetarias y los prestamos bancarios eran el impulso motriz necesario a gran escala para montar una empresa multinacional y abarcar el mercado global, usar trajes lujosos y fumar habanos también era una caracterí­stica interesante, en una oficina enorme con 7 pisos de inmueble edificado… Hoy en dí­a ya no es así­. Se puede trabajar en un entorno cosmético agradable y las oficinas montadas en casa cada dí­a son más una realidad. Si tenemos conexión y acceso a Internet, ¿para qué diablos necesitas una oficina? Si tenemos acceso al mundo gracias a nuestra página web o empresa virtual, ¿para qué es necesario ostentar lujosos trajes y fumar puros (a menos que nos gusten) con esa sonrisa de gallardo regordete impertinente? Planteate esta situación y analiza bien tu entorno…

Los tiempos han cambiado y, quieras o no, hay que adaptarse, sacarle provecho y reinventar la historia…, hacer negocios (bien hechos) y crecer como empresa nunca antes fue tan accesible y, si trabajamos en un entorno agradable, tenemos un equipo (socios, empleados, colaboradores, etc.) adecuado, nada es imposible… Claro, dirigir o trabajar en un ambiente tranquilo no es tan fácil pero, si somos justos y trabajamos guiándonos con lealtad y certeza colaborativa, igual que con honestidad, no creo que haya limitantes que puedan detenernos…

Aplicar estas palabras a la realidad no es una tarea fácil, pero tampoco debe ser tan difí­cil… Lo primero es dejar de pensar como el hombre del Siglo XX y, pasar a liberarnos de los tabús empresariales que ya no pueden ser aplicados… El futuro es hoy y se construye con cada acto, pensamiento, idea y palabra que sale de nuestra irregular pericia como seres humanos…