Esta claro que el principal cometido de los libros es la lectura. Pero como todo tipo de objetos, siempre se le puede dar un segundo uso. La mayoría hemos escuchado alguna vez, de que un libro también sirve para compensar esa pata rota de la mesa o silla que baila. Pero lo cierto es que si sacamos totalmente de contexto el uso principal del libro, la verdad es que se pueden hacer genialidades como estas que he visto en Toxel.
Se trata de una interesante colección de esculturas realizadas a partir de libros, bien sea a partir de sus pastas, sus hojas interiores o con trozos de los mismos, e incluso en algunos casos los libros ya se han creado con esas formas. Unas creaciones llenas de ingenio e imaginación, que seguro a más de uno le servirán de elementos de inspiración.
Espero que todas estas obras creadas a partir de libros os gusten tanto como a mí. ¡Que lo disfrutéis!
Es increíble como cambian los tiempos y como avanza la ciencia y la tecnología. Hace cuarenta años los robots que aparecían en las películas de ciencia ficción estaban realizados casi en su mayoría con maquetas y efectos especiales que hoy nos producen verdadera risa. Hoy en día casi todo se realiza digitalmente, así que los materiales utilizados en los films para efectos especiales son prácticamente nulos.
Precisamente aquellos robots que salían en las películas antiguas son los que hoy en día se pueden realizar desde casa con ingenio e imaginación. Este es el caso de Paul Loughridge, que crea unos estupendos robots de estilo retro en su garaje con materiales totalmente reciclables.
Aquí podéis admirar esta estupenda y creativa colección de 45 piezas de robots con hojalatas y otros elementos, que seguro os gustará a la mayoría.
Podéis ver toda la colección de robots en Speckyboy / Fuente de referencia.
Los tiempos han cambiado y los materiales con los que hoy en día se crean esculturas son muchos y variados. De la misma manera que se crean enormes figuras de arena o hielo, cualquier material parece ser apto a la hora de realizar estatuas a fiel semejanza de nuestra imagen. Aunque la imaginación es un factor importante a tener en cuenta a la hora de crear, lo verdaderamente original es el doble uso que se le puede dar a los objetos. Por eso cuando creamos edificios o puentes con cartas o fichas de dominó, le estamos dando un valor añadido al dotar al objeto de una nueva funcionalidad.
Las piezas de Lego, nacieron para que los niños construyeran dando rienda suelta a su imaginación a la vez que se divertían jugando, pero lo que no se imaginaban los creadores del juego, era que ese juguete se convirtiese en un instrumento de creación digno de exhibirse en las mejores galerías de arte.
En “The art of the brick” podéis contemplar una fantástica exposición de figuras realizadas con piezas de Lego, muchas de ellas a tamaño real, verdaderamente impresionantes. Nathan Sawaya, sabe muy bien como manejar estas piezasde un juego que se convirtió en cultura de una generación y que hoy en día sigue vivo gracias a gente que como él, experimenta con sus posibilidades.