Para quien no esté muy acostumbrado a ciertos términos cromáticos, os diré que las siglas CMYK corresponden a la gama de colores impresión: cyan, magenta, amarillo y negro. Con los tres primeros colores conseguiremos cualquier tonalidad y utilizaremos el negro como soporte para conseguir fuerza y brillo. De este modo, todo lo que veáis impreso sobre papel, colores, fotografías, etc…, está compuesto por la suma de un porcentaje de cada uno de estos colores.
Pero lo cierto es que el concepto CMYK ha traspasado su definición para aplicarse a otros elementos que nada tienen que ver con la impresión. Continue Reading